Salud Digital: barreras para su implantación

En 2015 la ONU advirtió en el informe “Revisión de las Perspectivas de Población Mundial” que en las próximas décadas se disparará la población mundial por encima de los 10.000 millones. Nuestro planeta cuenta actualmente con unos 7.300 millones de habitantes, alcanzará los 8.500 millones en 2030 y los 9.700 millones en 2050, según los cálculos de la organización mundial.

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La portada de la edición de octubre de la revista New Yorker dibuja una ciudad habitada por robots con forma humana que hasta tienen la decencia de dar limosna a un sin techo. El texto que acompaña a la ilustración en el interior de la revista cuenta la historia de Steelcase, una fábrica de mobiliario de metal para oficina ubicada en Michigan (Estados Unidos). Allí el trabajo se ha automatizado hasta tal punto que algunos trabajadores se llaman de broma «robots de carne y hueso». Su tarea no es la primordial: no es que las máquinas les ayuden a realizar su trabajo sino que son ellos quienes sirven de soporte a los robots. Les quedan las migajas de lo que antes era su trabajo, una limosna.  Industria 4.0 llamando a la ética

A pesar de este relato apocalíptico, la digitalización es un proceso imparable y su revolución ha llegado al mundo de la salud como la solución a los problemas de los actuales sistemas sanitarios y para convertir al paciente en el centro sobre el que giren todos los servicios de salud en el futuro. Tecnologías como el Big Data, la Inteligencia Artificial y sistemas inteligentes apoyan al profesional médico en sus decisiones, lo que facilita la gestión integral de los sistemas sanitarios y la atención personalizada al paciente. La Salud digital tiene beneficios para los pacientes, los profesionales y el sistema sanitario, pero también barreras para su implantación.

La digitalización del sector sanitario va con retraso a la digitalización de otros sectores. A continuación se señala 5 barreras para la implantación de la salud digital. Podían ser más y otras, pero estas son, en mi opinión, relevantes.

1. Subestimación

Los impulsores de la Salud Digital subestiman sistemáticamente la complejidad de su trabajo, y los proyectos/servicios o bien no llegan a buen término, o no se normalizan cuando lo hacen, debido a esta subestimación.

También hay un aspecto relacionado con las expectativas. No es lo mismo digitalizar que transformar. Normalmente cuando se habla de salud digital se tiene en la cabeza la transformación, sin embargo, en la mayoría de los proyectos lo que se implanta es una digitalización de procesos específicos y aislados.

2. Relato apocalíptico

La Transformación Digital es fuente de inspiración de un relato apocalíptico de nuestra sociedad.

La Salud Digital no es ajena a este fenómeno. El relato, es decir, cómo se transmiten las ideas y cómo se perciben, es importantísimo. El párrafo con el que empieza este post, o afirmaciones como «el 39% de los empleos en España del sector de la salud y de la asistencia social, podrían ser realizados por máquinas», pueden percibirse como riesgos más que como soluciones. La Salud Digital necesita armar un relato desde la perspectiva social, y desde la humanización de la tecnología.

3. Cambiar el foco de la enfermedad al paciente

De manera general todas las dificultades de evolución hacia un nuevo modelo asistencial pasan por las consecuencias que tiene cambiar el foco de la enfermedad al paciente. Tradicionalmente los médicos han estado motivados, incentivados y centrados en curar la enfermedad, no en mantener y prevenir el bienestar de los pacientes.

Para dar respuesta a las necesidades que nos plantea el reto del envejecimiento, la Salud Digital permite abrir el ámbito de actuación, tanto desde el punto de vista del espacio, pues se extiende más allá del hospital o del centro de salud, como desde el tiempo, pues la actuación debe comenzar antes de que se produzca la enfermedad, y se extiende durante toda la vida del paciente.

En este enfoque se van a ver implicados en los cuidados una mayor variedad de actores: especialistas, médicos de familia, enfermeros, cuidadores, trabajadores sociales, familiares y el propio paciente. Lo que supone un ataque al statu quo.

4. El enfoque clínico, técnico y económico

La implantación de la Salud Digital suele adoptar un enfoque clínico, técnico y económico. Es necesario prestar una atención especial a la relación entre la tecnología, el contexto y la estructuración de las actividades de la organización desde una perspectiva social y organizativa.

Los diseñadores de las soluciones de salud digital hacen suposiciones implícitas o explícitas sobre las competencias de usuarios y profesionales, así como del sistema. Las tecnologías sólo asumen un significado práctico definido cuando se ponen en uso en un contexto social específico y material. El resultado es un proceso de negociación entre la innovación y la actividad laboral.

En este contexto organizativo, cabe decir, que la implantación de la salud digital modifica la geografía existente en el entorno de la atención de la salud, con la tendencia a rediseñar la relación entre el centro y la periferia.

Contrariamente a la idea de que los sistemas digitales impulsan la transformación de la sociedad post-industrial en una sociedad en red global (Castells, 1996), la salud digital puede reforzar una tendencia centralizadora, que va exactamente en la dirección opuesta, lo que refuerza el papel y la influencia de los centros de poder existentes. Es por ello que existe el riesgo de exclusión de los servicios de la atención primaria, y el establecimiento de relaciones directas entre el paciente y los especialistas.

5. Un modelo que lleva años funcionando exitósamente

A la hora de abordar la transformación del modelo asistencial, resulta complejo tratar de implantar un nuevo modelo, partiendo de un modelo que lleva años funcionando y de manera exitosa. Quizás por ello es más conveniente actuar sobre elementos concretos:

  • Reorganización de la atención: autogestión, equipo de cuidados interdisciplinario, reuniones de grupo, gestión de enfermedades, gestión de casos, y gestión y evaluación geriátrica.
  • Recursos humanos: empoderamiento del paciente, cuidado informal de la familia (sobrecarga del cuidador), y la oferta de profesionales sanitarios y su capacitación.
  • Prevención: factores de riesgo, cribado, y complicaciones iatrogénicas.
  • Innovación tecnológica: tecnología de la información, intercambio de la información clínica, sistemas de ayuda a la decisión, sistemas de protección frente a errores médicos, comunicación médico-paciente, capacitación de pacientes, tecnología de cuidados a pacientes, y tecnologías de apoyo a la vida diaria, y ambientales.

2 respuestas a “Salud Digital: barreras para su implantación”

  1. Me parecen muy acertados los retos que comentas. Sobretodo la necesidad del cambio de foco de la enfermedad al paciente. Es el gran reto de nuestro presente, el abordaje global al paciente y la implicación del mismo en el cuidado y la prevención de su salud.
    Añadiría el reto en formación en el uso de TIC de profesionales y usuarios de la salud. La necesidad que todos dominemos la tecnología y que esta se convierta en una herramienta y no en una barrera. En este sentido me permito recomendarte el siguiente artículo de la Dra. Júlia Esteve
    https://bozine.bonoom.com/index.php/2017/10/03/salud-digital-formacion-de-los-profesionales-de-la-salud/ que publicamos en Bozine.
    Saludos

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    1. Muchas gracias por tu comentario y tu recomendación.

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