Sanidad Híbrida #hibridsanit

Sanidad Híbrida
La sociedad híbrida es el resultado de un proceso de modernización social basado en la introducción de nuevas tecnologías en todos los aspectos, desde la organización de la economía, hasta la mediación en las relaciones sociales.

Si en la segunda mitad del siglo XX los procesos de industrialización fabriles marcaron la pauta en el desarrollo económico de las sociedades occidentales, a principios del siglo XXI se habla de aldea global y de las tecnologías de la información y la comunicación como motores de desarrollo. La información es el nuevo bien de consumo, e internet es el medio donde se comparte.

Haciendo un rápido recorrido a los 10 últimos años, nos damos cuenta de la velocidad con la que los avances tecnológicos han pasado a formar parte de nuestras vidas: 3G wireless (October 2001), Xbox (November 2001), Skype (2003), Facebook (2004), Gmail (2004), Google Maps (2005), Twitter (2006), Wii (2006), iPhone (2007), Netbooks (2007), Android (2008), iPad (2010).

Los individuos nos hemos convertido en seres híbridos: la tecnología es como nuestra segunda piel. La sociedad híbrida se está expandiendo progresivamente a todos los ámbitos de nuestra vida con una intención de mejorarla.

Las tecnologías de la información y la comunicación no son ninguna panacea ni fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Se disponen de herramientas para llegar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia, y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua.
(Kofi Annan, Secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, discurso inaugural de la primera fase de la WSIS, Ginebra 2003)

La salud: un reto para la sociedad híbrida.

Es habitual para cualquiera de nosotros reservar un vuelo en internet, hacer la compra del supermercado, incluso realizar transferencias bancarias. Sin embargo, parece que mantenemos cierta oposición a que nuestra salud viaje por la red. Preferimos el trato personal, o al menos esa es la percepción estereotipada.

No podemos obviar el gran obstáculo que supone la brecha digital (alfabetización y capacidad tecnológica) en la que la edad es un factor clave. Y en el caso de la salud, convergen aspectos que potencian esta dificultad: en las personas mayores coincide la dificultad para desenvolverse con la tecnología y las mayores tasas de enfermedad.

Pero no sólo existen dificultades en el ámbito del paciente, sino también en la sociedad profesional. La sociedad de la información es un modelo de organización, lo que implica un proceso de cambio, con todas sus dificultades.

Sanidad híbrida: Teleasistencia y Telemedicina

La Teleasistencia existe desde finales del siglo XX, y a pesar de todos los avances tecnológicos, sigue siendo fiel a su concepto original. España cuenta con 600K usuarios, y es el segundo país europeo después de Inglaterra, con una población usuaria de 1,5M. Su uso sencillo, su compatibilidad con los hogares de toda la población (sólo precisa de una línea de teléfono), su coste subvencionado y su prescripción por parte de la Administración, son las claves del éxito. Los beneficios de la Teleasistencia son la seguridad y la confianza, no sólo para sus usuarios, sino también para familiares y cuidadores. Servicios sociales ayudan a mejorar la salud en una convergencia socio-sanitaria.

Teleasistencia

Las experiencias en Telemedicina están envueltas en dudas sobre su eficacia. En muchos casos como una reacción a lo nuevo, y al desconocimiento. La Telemedicina es un término que define la prestación de servicios de medicina a distancia, utilizando canales de telecomunicación para la transmisión de la información. Cuando un profesional sanitario se comunica telefónicamente con su paciente están haciendo Telemedicina.

Telemedicina

¿Me aporta beneficios la sanidad híbrida si soy un paciente crónico?

En Euskadi se estima que en 2025, cuatro de cada diez personas serán mayores de 65 años, y viviendo fundamentalmente en hogares unifamiliares. Esas personas padecerán, con toda seguridad, en algún momento, una o varias enfermedades crónicas o dependencias. En este escenario, la Telemedicina, además de para otras prácticas, puede ser de gran ayuda para el tratamiento de las enfermedades crónicas.

En Inglaterra existen más de 100 proyectos en curso, a través del Sistema Nacional de Salud (NHS). El proyecto llevado a cabo en la región de North Yorkshire es el de mayor escala del oeste de Europa. Los testimonios en primera persona de los pacientes nos hablan de los beneficios:

  • Tranquilidad al sentir que alguien te está realizando un seguimiento.
  • Una mayor comprensión de tu enfermedad y cómo manejarla.
  • Mayor libertad para seguir con tu rutina, sin el temor de que exista un deterioro.
  • Menor riesgo de ingresos no planificados.
  • Menor necesidad de contactar con tu médico mientras la condición sea estable.
  • Reducción de la ansiedad de los cuidadores y familiares.
  • Facilidad de uso de los aparatos.
  • Contacto con los profesionales sanitarios cuando es necesario, evitando desplazamientos.

En la sociedad de la información la tecnología es la herramienta para mejorar nuestras vidas. La sanidad híbrida es la tecnología centrada en el paciente, y aplicada a su lugar de residencia y a la relación con su médico/enfermera. A través de la Telemedicina conseguimos trasladar al hogar el cuidado de la enfermedad, haciendo personas libres para poder continuar con su rutina sin experimentar deterioro. Y en la relaciones humanas, en un espacio entre lo virtual y lo físico, a los profesionales sanitarios les toca la propagación del conocimiento, lo que le proporcionará al paciente comprender su enfermedad y ser responsable con su salud.

Este artículo es una colaboración con la iniciativa «Sanidad Híbrida«, puesta en marcha por Raquel Benito e Iñaki Etxebarria.

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