Nos guste o no, la guerra ha sido a menudo un estímulo poderoso para la innovación tecnológica. En el caso de la robótica militar, la tecnología actual (UVA – Vehículos aéreos no tripulados) está a punto de suplantar al soldado (humano). Las consecuencias son imprevisibles. Nadie se está cuestionando la guerra en si misma, sino si a estas nuevas tecnologías se les puede aplicar el derecho internacional. Si estamos preparados o no pronto lo sabremos.
Si quieres ampliar información al respecto, y te interesa el tema de la guerra electrónica, te aconsejo el artículo Predators and Robots at War.
Esperemos que si en este caso la guerra es un estímulo para la innovación tecnológica aplicada a aspectos de la vida cotidiana, como pudiera ser la Salud, tengamos control del proceso y no se pierda en ningún caso la parte más humana.
Bajo el lema «humanizar, que no es poco», se ha puesto en marcha la iniciativa «Mírame: diferénciate«. Con ella, un grupo de profesionales del sector salud pretende traspasar las pantallas y lograr una atención sanitaria más humana a través de pequeños gestos. Te animo desde aquí a visitar su blog y seguirles vía twitter y facebook.
Desde la innovación, pasando por la hibridación, sin olvidarnos nunca de mirarnos a los ojos.