En los años de la COVID-19 la transformación digital se aceleró y la telemedicina se consolidó como modalidad asistencial. Este podría ser un titular en los próximos años. Si así fuera y se confirma la adopción de la telemedicina en la práctica clínica, ¿dónde podemos situar el papel relevante de la telemedicina?

Recientemente, se ha publicado «El hospital del futuro», que es el resultado de un proyecto de la Sociedad Española de Medicina Interna para el Sistema Nacional de Salud, elaborado con la colaboración de la Fundación IMAS. Si analizamos las apariciones de la palabra telemedicina en este trabajo, podemos dar respuesta a la pregunta que nos hacemos y nos sirve de guía para favorecer ese escenario.
Según este trabajo la telemedicina jugará un papel central en el hospital del futuro, en los siguientes contextos:
- Para la satisfacción y la experiencia del paciente, «se desarrollará una asistencia basada en la web proveyendo acceso fuera del horario laboral normal, fines de semana y noches. La telemedicina y el uso de aplicaciones diagnósticas en teléfonos “móviles“ inteligentes jugarán un papel relevante en el futuro sobre este aspecto«.
- «La “regionalización“, concentrando la actividad para determinados procesos y procedimientos en algunos centros de referencia, tiene como ventajas los mejores resultados y una mayor eficiencia en la utilización de recursos, pero también inconvenientes, como los problemas de desplazamiento y movilidad en grandes áreas con población dispersa o el crear una brecha tecnológica y de conocimiento entre profesionales de centros de alto y bajo volumen.» El uso de sistemas de movilidad y de tecnologías digitales como la telemedicina puede resolver el balance entre regionalización y proximidad.
- La telemedicina facilitará «el manejo comunitario y domiciliario de pacientes crónicos complejos, así como el seguimiento de pacientes con factores de riesgo elevado«.
- La telemedicina se integrará como una modalidad asistencial en las unidades de gestión clínica que comprenderán todo el proceso asistencial.
- «La telemedicina, interconsulta virtual, telemonitorización, las app, los “wereables“, etc. proveen herramientas que pueden ser de gran utilidad» para el desarrollo de la hospitalización a domicilio para la atención de «pacientes crónicos en numerosas ocasiones en situaciones de dependencia y/o fragilidad que requieren cuidados avanzados«.
- La dotación de procesos de consulta e interconsulta no presencial mediante telemedicina, evitará «consultas y desplazamientos innecesarios«