Buenas prácticas para la prevención de caídas en personas mayores

Buenas prácticas para la prevención de caídasLas buenas prácticas en la prevención de caídas mediante la prevención de determinados riesgos en el hogar pueden reducir en un 38% la incidencia de lesiones en personas de elevada edad con métodos relativamente poco costosos. La disminución de las lesiones mejora la calidad de vida y reduce el elevado gasto que los cuidados de salud generan en este grupo de edad.

Las personas de mayor riesgo a quien deben ir dirigidas las soluciones son:

  • Personas con reducido apoyo socio-familiar presencial o pocas relaciones con el entorno.
  • Personas que padecen enfermedades crónicas que puedan conllevar desvanecimientos, tales como diabetes con grandes descompensaciones, síndromes vertiginosos, enfermedades cardiovasculares, epilepsia o episodios con pérdida de consciencia.
  • Personas que han sufrido caídas previas en el domicilio y ello les provoque inseguridad.

Tenemos la capacidad de introducir tecnología que permite la detección de caídas:

  • Detectores de caídas. Alertan ante la pérdida de la condición vertical de una persona mediante una alarma al centro de atención.
  • Detectores de movilidad. Alertan ante el incumplimiento de ciertas rutinas. Si el usuario no ha pasado por un lugar determinado en una franja horaria concreta, el sistema avisa de la posibilidad de que haya una emergencia.
  • Detectores de apertura de puertas. En este caso, el sistema alerta ante el incumplimiento de una rutina que tiene que ver con la apertura de cualquier puerta del domicilio (habitación, cocina, frigorífico, microondas…).

La prescripción de estos dispositivos se puede hacer partiendo del estudio de factores relacionados con la salud y de los hábitos de vida del usuario. Asimismo, es posible utilizar cuestionarios para chequear los riesgos en la vivienda y  determinar la idoneidad o no de la instalación de los detectores y sistemas de seguridad.

Los servicios de teleasistencia domiciliaria presentan un enorme potencial  para la evaluación y la implantación de soluciones personalizadas preventivas y asistenciales. Las propias coordinadoras de integración en sus visitas domiciliarias pueden cumplimentar cuestionarios evaluadores y emitir las recomendaciones apropiadas. También puede determinar la conveniencia de instalar elementos de apoyo o soportes técnicos que eviten los riesgos asociados con la vivienda del usuario y aumenten su calidad de vida. Del mismo modo, utilizando este tipo de cuestionarios, el profesional del servicio de teleasistencia podrá hacer recomendaciones sobre los hábitos adecuados para evitar riesgos durante el desarrollo de las actividades de la vida diaria.

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